Tener un auto propio no es cuestión de lujo sino de comodidad, ya que se tiene mayor libertad para viajar y poder desplazarse sin tener que esperar mucho tiempo. A pesar de que representa un sinfín de ventajas, también causan muchos dolores de cabeza.
Los accidentes automovilísticos son acontecimientos que nadie puede predecir ni saber cuándo sucederán y al momento de ocurrir, generan gastos imprevistos que resultan difíciles de cubrir, lo que ocasiona el desembolso de una cantidad de dinero que en la mayoría de los casos no se tiene a la mano.
Otra situación que es muy común y de igual manera es un gran riesgo, es el robo de vehículos que, por desgracia, ha venido alcanzando niveles muy altos, es por ello que todo conductor debe tener a mano un seguro de auto, no solo porque es obligatorio, sino que es una manera de estar protegido en una situación determinada. Estos se pueden definir como un contrato que se establece entre el propietario del vehículo y la empresa aseguradora, que tiene como finalidad cubrir económicamente los riesgos de poseer este medio de transporte.
Los seguros de autos tienen la función de dar protección a las personas que lo ocupan al momento de un accidente, de igual manera, ampara los daños que sufre el vehículo, así como los perjuicios ocasionados a terceros. A cambio de esto, el asegurado se compromete a pagar una prima previamente acordada en un tiempo establecido, lo que le permite estar amparado ante cualquier situación en donde se encuentre involucrado tanto él como su auto.
Antes de tener una póliza de vehículo, el conductor debe considerar y revisar ciertos puntos que son fundamentales, entre ellos se encuentran: Cobertura de cualquier tipo de accidente, respuesta inmediata de la aseguradora, ayuda legal en caso de ser necesario y ofrecimiento primas con diferentes tipos de protección. Estos seguros pueden diferir en algunos detalles, pero tienen en común ciertas características, como:
1.- Tipo de cobertura: Toda póliza de seguro debe proporcionar cualquier tipo de cobertura que permita al conductor estar protegido ante cualquier eventualidad.
2.- Costos iniciales: Los seguros de autos tienen un pago inicial o deducible que se hace antes de que ocurra el siniestro y la aseguradora pague por los daños.
3.- Pago máximo: Hace referencia al valor total que cubre la póliza, si los gastos superan ese monto, la diferencia corre por parte del titular.
4.- Términos de reclamación: La compañía aseguradora debe dar respuesta a cualquier reclamación que se haga dentro del tiempo estipulado luego del siniestro.
Las pólizas de seguros se clasifican en tres tipos, atendiendo a la clase de cobertura que ofrece y ellos son:
1.- Responsabilidad Civil: Es un tipo de seguro que es de carácter obligatorio en la mayoría de los países y cubre los gastos que se producen como consecuencia de daños que ocasiona el conductor tanto a terceros como a su propio vehículo. De igual manera, da respuesta cuando el causante del perjuicio sea otra persona que conduce el auto del asegurado.
2.- Cobertura limitada: Solo incluye aquellas coberturas que son consideradas como básicas, siendo su principal responsabilidad, el cubrimiento de los daños causados a terceros como consecuencia de un accidente, también se incluye el robo de vehículos. Sin embargo, excluye los daños generados sobre el automóvil del asegurado.
3.- Cobertura amplia: Como su nombre indica, es el tipo de seguro con mayor amplitud, pues, cubre asistencia en carretera, gastos médicos en caso de que se presente cualquier lesionado que se encuentre dentro del vehículo siniestrado, ayuda legal y la responsabilidad civil ya sea del conductor o propietario.
Las pólizas de seguros de autos no cubren aquellos daños que se le hacen de manera intencional al vehículo, así como los perjuicios producidos al estar bajo los efectos del alcohol, o por llevar exceso de carga o de pasajeros.
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